
DONDE EL POLVO SE ARREMOLINA
ESTA COMPAÑÍA me ofrenda sus estaciones
y al recargar su cabeza en mi pecho
me demanda inundarle de un cariño
que no le puedo negar
/querencia:
inclinación de las personas
de ciertos animales
a volver al sitio donde se han criado
o tienen costumbre de acudir/
dice una escriba brasileña
hay declaraciones de amor
que se tocan
también creo en los objetos
en la nomenclatura de una química
sin embargo
hoy hecha a un costado
no sé qué hacer con el cuaderno azul de tus reseñas
con el girasol siempre lozano
ni algo tan reducido como un pedazo de ámbar
tiene menos relevancia que
aquella lista de música
fabricada con la savia rosa de un árbol mustio
/similar a ‘raigambre’
conjunto de raíces vegetales unidas
trabadas entre sí/
no veo qué problema tiene
dejar al patetismo clásico de pensarse otro
invadir mis entrañas y removerlas
/similar a ‘apego’
‘arraigo’/
creo entender el empeño con que
un mosquito devora la sangre de otro ser viviente
o al menos así me gusta articular la metáfora
del afecto legendario
/querencia es
buscar otra vez el hueco
de Su mano cósmica/
ver en mis rincones y dobleces
la disposición de una piel embrionaria
colocada allí para recordar
nuestro origen en un cuerpo ajeno
/eso:
querer es retornar/
permitir las notas de una canción
tocar desde dentro
que como a hoja marchita
nos queme el borde
deje encendidos nuestros contornos
/ternura es entender la carencia
la melancolía humana
buscar en el suelo a quien he estado llamando
querido/
porque un ser que se sabe amado
se arranca de la periferia
muda su piel como un tronco los frutos
y deja entrar al centro
una nueva catástrofe
/si soy vulnerable
prefiero saberme endeble
entender nuestra condición de astros
sin resistencia/
por eso intenté abrir mis costillas
descubrir la médula
entrar por donde el polvo se arremolina
y me transmite su ansia:
como una puerta en donde el corazón se atora
también mi cuerpo es inundado
en deseo impasible
/si te digo ‘amor’ es porque eres
la lengua de fuego en que me abrigo
habito aquí con veintidós esperanzas
y tal vez
tal vez aún a ciegas elijas consumirme/
Keren Serés (Puebla, 2002). Estudiante de Literatura de la Universidad de las Américas Puebla. Ha colaborado en revistas de arte y literatura como Espora, Kametsa y Espicilegios y Tiliches en categorías de cuento y poesía. Actualmente, comparte en Instagram su escritura no ficcional y sus procesos creativos bajo el seudónimo “medusa autobiográfica”.
Reflexiona con frecuencia en torno a los procesos colectivos en el arte, la comunidad como un espacio de intercambio y las amistades como una oportunidad de aprendizaje mutuo y refugio perpetuo. A lo largo de su formación, ha desarrollado una sensibilidad particular hacia las voces femeninas en la poesía, reconociendo en ellas no solo una riqueza estética singular, sino también una mirada transformadora en torno al lenguaje.
Contacto:
kerenseres0@gmail.com

