Reflexión

SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE

¿QUÉ CONCEPTO se le puede adjudicar a alguien que ha vivido en gran parte como un muerto?
A alguien que conoce más sobre la muerte que sobre la vida, a alguien que ha vagado como la sombra de un fantasma entre la inmensidad, entre precipicios de pasado concatenado al presente siempre deseando el futuro.
¿Qué sentido tiene el vivir sin sentido?
Dicen sin esencia: “le das el sentido”, y es como cavar en la mina más de tres décadas sabiendo que en sus profundidades solo hay más profundidad. La irónica travesía por la vida en donde cada día transcurrido es ilógico, agotador y la pesadez se ha vuelto el capullo que abriga de sol a sol tornándonos sensiblemente insensibles al todo.
¡Ay los olores de la esperanza! Bosque fresco, lluvia y petricor; vapores de fría mañana; a verde, a amor por el canto del cenzontle.
¡Oh vida, por ello seguimos anclados a ti!
Como niños pequeños, dispersas dulces detalles, anestesiados y adiestrados bajo el cruel yugo conductista de tu capricho, ese capricho del absurdo… Tan solo para mandarnos al matadero de la rutina contemporánea, mendigando ser dignos del pan y el agua.
Cioran comenta sobre el apetito de morir y el triunfo sobre él: vivirlo hasta el fin, el método, sufriendo cada delicia y espanto…
Abandonarnos a la vida para resucitar y no poder vivir ya, estaremos curados de la vida y de la muerte, ese es el infinito al final de la mina.








Miriam Sánchez Sánchez (México, Ciudad de México, 1999) Profesora en educación básica; lectora y filósofa por amor, me gusta compartir mi sentir y detalles esenciales a través de palabras, le escribo a la vida y a lo que está más allá de ella a partir de filosofía y experiencias de vida. La poesía, el amor por conocer y Camus me han salvado.

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