
DOS SONETOS DE TOMASSO CAMPANELLA
MODO DI FILOSOFARE
IL MONDO è il libro dove il senno eterno
scrisse i proprii concetti, e vivo tempio
dove, pingendo i gesti e ‘l proprio esempio,
di statue vive ornò l’imo e ‘l superno;
perch’ogni spirto qui l’arte e ‘l governo
leggere e contemplar, per non farsi empio,
debba, e dir possa: –Io l’universo adempio,
Dio contemplando a tutte cose interno–.
Ma noi, strette alme a’ libri e tempii morti,
copiati dal vivo con più errori,
gli anteponghiamo a magistero tale.
O pene, del fallir fatene accorti,
liti, ignoranze, fatiche e dolori:
deh, torniamo, per Dio, all’originale!
*
ANIMA IMMORTALE
DI CERVEL dentro un pugno io sto, e divoro
tanto, che quanti libri tiene il mondo
quanto ho mangiato, e del digiun pur moro.
non saziâr l’appetito mio profondo:
D’un gran mondo Aristarco, e Metrodoro
di più cibommi, e più di fame abbondo;
disiando e sentendo, giro in tondo;
e quanto intendo più, tanto più ignoro.
Dunque immagin sono io del Padre immenso,
che gli enti, come il mar li pesci, cinge,
e sol è oggetto dell’amante senso;
cui il sillogismo è stral, che al segno attinge;
l’autorità è man d’altri; donde penso
sol certo e lieto chi s’illuia e incinge.
MODO DE FILOSOFAR
EL MUNDO es el libro donde el saber eterno
escribe sus propios conceptos, y vivo templo
donde, rozando sus gestos y propio ejemplo
de estatuas vivas orlaba al alma sempiterno;
pues todo espíritu que el arte y el gobierno,
por no volcarse impío, leo y contemplo,
debe y puede decir: “Yo, el universo –por ejemplo–:
Dios contempla toda cosa desde adentro.”
Mas nosotros, cerca de tiempos y libros muertos
en vida con error copiados eviterno,
ante tal magisterio los anteponemos.
¡Oh, penar, hazte consciente del fracaso!;
luchan ignorancia, fatiga y dolor;
¡por Dios, al original volquémonos!
*
ALMA INMORTAL
CEREBRO dentro de un puño soy, y devoro
tanto, que cuanto libro tiene el mundo
no sacia el apetito mío profundo:
cuanto como, ayuno obscuro.
Mientras del Ariosto y Metrodoro
(más del hambre abundo) cuanto más devoro,
deseando y sintiendo dos vueltas y vueltas
y cuanto más pretendo más ignoro.
Entonces imagino ser yo el Padre inmenso
que a todos los entes, como la mar, los rodea
y el sol es el objeto del amante sentido
cual silogismo astral, atenido al signo;
la autoridad es hambre del resto, y pienso
que sólo los insignes iluminados son felices y ciertos.
Tomasso Campanella (Stilo, 1568-París, 1639) Filósofo, teólogo y poeta de la Orden de los Predicadores. Uno de los máximos exponentes de esta invención italiana llamada soneto. Los ejemplos que aquí reproduzco muestran, además de la inteligente sensibilidad del autor, la concepción semiótica de la época, en la que el Mundo es un sistema simbólico que Dios tejió y el hombre descubre.

Maximiliano Sauza Durán es Maestro en Literatura Mexicana por la Universidad Veracruzana y es Maestro de parroquia.
Fotografía de Yasmín Rojas

