Reflexión

HOGAR INTERIOR

TEMO MUCHO a la incertidumbre. Me aflige. Por supuesto, no soy la única y el mundo capitalista no es para menos. Pero he decidido construir para mí muchas certezas; certidumbres relacionadas con quién soy y de aquello que me rodea.

Una certeza que he construido es mi decisión de abrazar cada día el sentimiento de gratitud y hacerme consiente de todas las bendiciones que me sostienen. Tengo una familia que me ama y a la cual yo amo (incluidas, por supuesto, los animales de compañía); tengo amigas, muchas de ellas son también mis colegas, a quienes amo y que me aman (Creo que es una fortuna que tus colegas sean tus amigas y que juntas trabajen por construir espacios laborales más seguros y amorosos). Tengo una pareja que me ama y a quién amo mucho. Tengo mucho amor en vida y es una gran certeza.

Mi camino está lleno de luz porque así he decidido mirarlo y quizá el mayor aprendizaje, la mayor certeza que he dibujado para mí y que sin duda es mi regalo rumbo a cumplir 33 años, es que he aprendido a confiar en mí incluso cuando no hay luz. En la oscuridad, sigo siendo mi hogar, sigo siendo una mujer amada y bendecida, sigo sostenida por todas las certezas que me dibujo cada día. Esto ha significado encontrar un piso, mi piso, que he tejido con todo el amor que me rodea; aun si el capitalismo patriarcal me quiere poner ansiosa, ya no se lo permito, porque mis certezas, las mías y no las impuestas, son las que me habitan con mayor fuerza. Es hacerme un hogar dentro de mí, que nada tenga que ver con el capitalismo patriarcal de afuera. Soy yo y mi cuerpo, mi cabello, mi sangre y el amor que me hace ser.

Leave a Reply